CONVERSAR PARA PREVENIR (I)
28 Abril, día internacional por la seguridad y salud en el trabajo
El papel que las
personas juegan en las organizaciones ha
experimentado un importante cambio a lo largo del siglo. Desde la idea de un
trabajador motivado única y exclusivamente por incentivos económicos concebido
a principios de siglo por Taylor, hasta la concepción actual de constituirse en
el activo más importante de la empresa.
Los cambios en el
entorno social y tecnológico han hecho a las organizaciones más complejas y
competitivas. La supervivencia en estas condiciones exige encontrar formas de
estimular la creatividad y el potencial de la gente en todos los niveles.
El reto que nos
presentan los nuevos planteamientos de organización del trabajo consiste en
lograr un equilibrio entre la necesaria búsqueda de la eficacia productiva que
garantice la competitividad, y la implantación de unas condiciones de trabajo
sanas y seguras, que aseguren la confianza e implicación de los trabajadores en
esa nueva organización.
Como dice el Libro
Verde de la Comisión
Europea “Cooperación para una nueva organización del trabajo”
(1997), es necesario ir hacia una “Nueva organización del trabajo”, que implica
la sustitución de las estructuras jerárquicas y rígidas por estructuras más
innovadoras y flexibles, basadas en elevadas cualificaciones, una gran
confianza y una mayor implicación de los trabajadores.
Desde el punto de
vista de la salud de los trabajadores, la búsqueda de una “empresa flexible”
capaz de ser competitiva, requiere fomentar la participación y dar oportunidad
de aprender y aplicar las capacidades profesionales en un contexto de mayor
comunicación. Los cambios así introducidos ofrecen posibilidades de mejorar los
aspectos psicosociales del trabajo y, en consecuencia, la salud de los trabajadores.
En el contexto
actual de crisis, de incertidumbre y
precaridad, la fragmentación de las empresas, la desregularización de las
condiciones de trabajo y la flexibilización de las políticas empresariales condicionan fuertemente la defensa de la
salud en el trabajo. El riesgo de la pérdida de empleo subordina a otros riesgos
Más que nunca, la
gestión adecuada de la Prevención de Riesgos
Laborales debe establecer una organización que permita la contribución de las
personas y de los grupos mediante la participación a todos los niveles, así
como desarrollar una cultura preventiva en la cual los objetivos en Prevención
sean considerados por todos con el mismo rango que otros objetivos de la
empresa. Nuevas formas de organización del trabajo que deben permitir la
creatividad y refuerce la participación, favoreciendo la innovación, el
aprendizaje y consolide unas actitudes
adecuadas ante la prevención.
La principal ventaja
competitiva para las organizaciones actuales es el conocimiento organizacional,
entendido como un producto intangible y variable; que fluye, y le permite a la
organización responder rápidamente a los bruscos cambios de este contexto
postmoderno. La idea central es el
conocimiento no está en mentes individuales, sino que en relaciones sociales.
Así, las actividades
que constituyen a la organización son entendidas como interconexiones sociales
gestadas en el lenguaje. Por ello la organización debe ser entendida como un
sistema de conversaciones o una hiperconversación, emergente a partir de
conversaciones (actividades relacionales) flexiblemente articuladas, o mejor
aún, en procesos continuos de articulación y rearticulación. De este modo los
individuos no están conectados a la organización mediante un numero limitado
pero estable de relaciones (por ejemplo, a través de puestos fijos con tareas
limitadas), más bien fluyen de una conversación a otra, migrando de
organización en organización. Este entendimiento es ofrecido como la principal
vía para aquellas organizaciones que pretendan sobrevivir en el contexto
inestable actual.
En este sentido, los
discursos constituyen en las organización el elemento clave para su
administración, como sistema de saber/poder, que produce organización e
individualidad.
El discurso, en
tanto constitutivo de la organización y de sus posibilidades, puede ser
utilizado, no sólo para su análisis, sino que también como una herramienta
estratégica de intervención, esencial para el management de una organización,
al permitir producir las narraciones que fijan las posibilidades de acción. El
mundo no es representado por el lenguaje, sino constituido por el lenguaje, por
lo tanto el lenguaje tomará un rol central para el estudio y en la intervención
en las organizaciones.
Las actividades que
relacionan sujetos y objetos y en las cuales tienen lugar el conocimiento, en
tanto proceso distribuido en esas actividades, son actividades significativas y
por ello pueden entenderse como conversaciones.
Por lo anterior, las
organizaciones se pueden entender como múltiples conversaciones que son
flexiblemente entrelazadas unas a otras, a través de las actividades de los
miembros individuales, quienes migran de una conversación a otra. Cada
actividad es una conversación entre entidades que se constituyen (los agentes
humanos y artefactos) en ese proceso, es en esas conversaciones en las que
tiene lugar el conocimiento distribuido socialmente que constituye a las
organizaciones.
No hay duda de la
importancia del conocimiento y de la comunicación en la Prevención de riesgos
laborales en las empresas. Si levantamos
el tejado de una organización observaríamos a las personas comunicándose
(reuniones, escritos, paneles, instrucciones, evaluaciones, coordinando
acciones..) y generando y compartiendo conocimiento.
Analizar la comunicación
en la empresa como aquello que las caracteriza en el siglo XXI y la utilización
del lenguaje (hablar, escuchar, pedir, ofertar, prometer, emitir juicios,
declarar..) abre nuevas posibilidad que favorezcan la intervención preventiva
para los riesgos psicosociales.
La relación entre la
organización del trabajo y la salud no es tan evidente como la que existe entre
otros factores de riesgo y la salud (factores de higiene o seguridad, por
ejemplo). Los efectos de la organización del trabajo son más intangibles e
inespecíficos
“Una adecuada
comprensión de los sistema de trabajo y sus diferentes componentes se hace
básico para la intervención psicosocial en la prevención de riesgos laborales”
(JM Peiro)